Autor:
C.
Título:
BEJAR AL DIA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Lábaro.
Fecha:
Domingo, 21 de marzo de 1909,
p. 2.
(De nuestro
redactor)
Al llegar a Béjar, de regreso de corta excursión,
encuentro los ánimos un tanto soliviantados. Se discute en todas
partes el asunto de la venida a esta ciudad de la Tuna Escolar
Salmantina, con objeto de dar un concierto a beneficio de las
víctimas de Italia.
Resulta que para el
día que la Tuna proyectaba dar el concierto en teatro, había
pensado dar una función dramática la sociedad «Benéfica Bejarana»,
también con fines benéficos, pues los productos los dedicarían a los
pobres de Béjar.
El conflicto era
evidente. Mi amigo Caballero Nogueral, es presidente honorario de la
Benéfica, pero era quien llevaba las negociaciones, en unión
del señor Cagigal, director de la Escuela Superior de Industrias,
para todo cuanto se relacionase con la venida de la Tuna.
Se procuró
armonizar el concierto de la Tuna con la función dramática, y
aunque parece fácil armonizar un concierto, resultó que no
fue así.
El hecho es, que
después de haber elegido los tunos, por mediación de
Caballero, cuatro preciosas señoritas en calidad de presidentas, a
última hora surgieron dificultades insuperables, que obligaron a
Caballero a telegrafiar a Salamanca, diciendo que aplazasen los
tunos el viaje.
Los de la
Benéfica no han cedido el teatro por estimar que si son muy
respetables los pobres italianos, lo son también los bejaranos, y
tras algunos incidentes, un tanto vivos, quedaron rotas las
negociaciones.
El hecho es que la
Tuna, a la que se preparaba un magnífico recibimiento, no
viene por ahora; que los disgustos provocados harán que la función
teatral de la Benéfica no tenga el apoyo que merece, por fin
laudable que persigue, y que todos, en suma, suframos las
consecuencias de este desacuerdo.
Los señores que
componen la directiva de la Benéfica han publicado hoy un
manifiesto, Al pueblo bejarano, en el que se justifican y
procuran eludir la responsabilidad de lo que ha de suceder.
Lamentable es que
no se haya podido llegar a un acuerdo. El cronista se limita a
exponer los hechos, sin inclinarse a ninguna de las dos partes, pues
no ha podido conocer el origen de todo, y, por tanto, no tiene
elementos de juicio suficientes a formarlo con acierto.
Por esta vez, me
lavo las manos, deseando, primero, que la función de la Benéfica,
resulte brillante; segundo, que los simpáticos tunos nos
visiten pronto, para aplaudirles como su gran mérito merece, y
tercero, que mi querido amigo Caballero tenga fortuna para aunar
voluntades y limar asperezas.
C.
Béjar, Febrero, 19, 1909.