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Hemeroteca Virtual - Museo Internacional del Estudiante

Autor:              Anónimo.

Título:            IMPRESIONES.
                       LA TUNA UNIVERSITARIA
SALMANTINA,
                       EN NAVALMORAL DE LA MATA

Publicación:   Museo Internacional del Estudiante, 2009.

Ver. original:  El Adelanto.

Fecha:            Viernes, 17 de febrero de 1928, p. 2.

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            En este momento acaba de tributarse una cariñosísima despedida a la Tuna  Universitaria Salmantina, que marcha hacia la tercera etapa de su excursión artística. Son las dos de la mañana y los amplios salones del Casino “Centro Moralo”, rebosan de concurrencia formada por lo más selecto de la buena sociedad morala, que siente sinceramente la partida de los simpáticos escolares salmantinos.

            En la cara de éstos, se deja ver la expresión del mismo sentimiento y, emocionados, no encuentran palabras con qué manifestar la gratitud que sienten por todas las demostraciones de afecto que han recibido en esta hospitalaria villa. Así lo hace presente Joaquín María Muñoz, que durante estos días, ha tenido que hacerse cargo de la Tuna, por indisposición, afortunadamente pasajera, del presidente señor Carrera. En sentidas frases de reconocimiento, ruega al presidente del “Centro”, don Rafael Rodríguez, que haga patente a la sociedad y a su junta directiva, el profundo agradecimiento que les debe la Tuna, por las continuadas pruebas de cariño y por los obsequios y agasajos que de la sociedad y de todos sus componentes, repetidamente han recibido los estudiantes, durante su permanencia en Navalmoral.

            Al iniciar la marcha, el simpático tuno y abanderado Pepito S. Mirat, se mezclan estruendosos aplausos y vivas a Navalmoral, a la Universidad salmantina y a su Tuna.

Ya arrancó el tren, pero antes de abandonar esta tierra morala, los escolares me dicen guardarán un recuerdo imborrable del Ayuntamiento, que preside su digno alcalde, don Domingo Martín, notable abogado de esta villa, que en todo momento se puso a disposición de la Tuna. No olvidarán tampoco las horas agradables que vieron transcurrir en las aristocráticas mansiones del referido alcalde señor Martín, y del acaudalado propietario don Francisco Corrochano. En la primera, la distinguida señora de la casa, doña Sofía Díaz, acompañada de sus primas las señoritas Dolores Martín y Catalina Martín, y en la segunda, la amabilísima esposa del señor Corrochano, doña Juanita de Castro, acompañada de sus hermanos, hicieron los honores de la casa con la distinción, delicadeza y exquisita esplendidez proverbiales en sus dueños, y tanto los “tunos”, que para corresponder a las finezas de éstos ejecutaron las más bonitas piezas musicales de su repertorio, como la numerosa concurrencia perteneciente a lo más importante de la sociedad morala, salieron complacidísimos de las atenciones recibidas. Los señores Martín y Corrochano, extremaron éstas para con los estudiantes, entregándoles espléndidos donativos.

Igualmente marchan los “tunos” agradecidísimos a los diputados provinciales don Teodoro Luengo, en cuyo domicilio, su señora, doña Paca Martín, y sus padres, les agasajaron con toda la amabilidad, y don José Cañete, que juntamente con su esposa doña Basilisa Tobosa, tuvieron iguales deferencias; al juez municipal señor Carreño; al industrial don Modesto Marcos, que con su esposa y bella hija Carmen  recibió a los “tunos” en su elegante domicilio, y al banquero don Emilio de la Cámara. De todos ellos recibieron los “tunos” importantes donativos.

El excelentísimo señor duque de Peñaranda, que pasa el invierno en su finca, próxima de Guadalperal, tuvo la gentileza de corresponder al saludo de la Tuna, enviándola por conducto del señor alcalde, un donativo de 125 pesetas. Los estudiantes hubieran querido demostrarle su agradecimiento obsequiándole con una serenata, más las dificultades de locomoción se lo impidieron.

Pero los nombres que los simpáticos escolares salmantinos guardarán preferentemente en su corazón, son los de sus encantadoras presidentas. Fueron éstas las gentiles señoritas Maruja Hernández, hermana política del reputado médico, don Rafael Rodríguez; Agustina Ojalvo, sobrina del culto registrador de la propiedad, don Luis Blázquez y Libertad Marcos, hija del prestigioso industrial y buen amigo nuestro, don Francisco Marcos Sánchez.

El acto de presentación de las presidentas a la Tuna, fué sumamente simpático. Acompañados de sus familiares y de un grupo de amigas, entre las que se encontraban las bellas señoritas de esta localidad, Amparo Martínez, Basilisa Marcos, Carmen Marcos, Felisa Luengo, Guadalupe Yuste, Emilia Muñoz, Fili Moreno, Teresa y Enriqueta S. Oliva, Felipa González, Sofía Marcos, Angela de Castro, de Madrid; y María Espada, de Trujillo.

Las madrinas obsequiaron espléndidamente con un lunch a los escolares salmantinos, organizándose un animadísimo baile, que fué muy del agrado de todos los concurrentes. La bandera de la Tuna en sus futuras excursiones artísticas, llevará una hermosa corbata más, que pregone sus éxitos triunfales por todas las regiones de España y Portugal.

Las señoritas Ojalvo, Hernández y Marcos, impusiéronla, durante el concierto, preciosas cintas de seda artística y delicadamente pintadas, que forman primoroso conjunto con las que ya orgullosamente ostenta la bandera, que ellas se dignaron apadrinar. En justa correspondencia, los escolares salmantinos llevarán triunfante por todas las regiones españolas los airones en que van escritos los nombres de sus encantadoras y distinguidas presidentas de Navalmoral.

Por su parte, esta villa, comentará por mucho tiempo el éxito obtenido en la velada-concierto que se celebró el domingo, a las siete de la tarde. Hecha la presentación de la Tuna, por el director de las Escuelas y Biblioteca Concha, el señor Muñoz, en funciones de presidente, saluda al pueblo de Navalmoral, y en bellas frases, hondamente sentidas, da las gracias a todos en nombre de sus compañeros, por las innumerables pruebas de cariño que han recibido durante su permanencia en esta villa.

En la interpretación de los diferentes números que integran el programa del concierto, los “tunos” logran un éxito formidable en la ejecución brillantísima de las obras musicales. En cuanto a la representación de “Estampas estudiantiles”, su autor Pepe Sánchez y Anselmo Santos alcanzaron tan indiscutible triunfo, que el público que llenaba el teatro premió constantemente la labor de autores y actores con nutridos aplausos. Pero el entusiasmo del público llegó a su punto en la genial recitación que del bellísimo intermedio del señor Sánchez Estevan, hizo Pepe Sánchez. La ovación que se tributó al final fue tan grande y tan entusiasta, que el distinguido Delegado de Hacienda y brillante escritor de tan excelente composición poética se hubiera sentido orgulloso y emocionado de ver el entusiasmo despertado en el público por su obra, y por la exquisita interpretación  que de ella hizo el joven escolar, Pepe Sánchez López.

Sírvale de satisfacción saber que del ejemplar de EL ADELANTO, que la reproducía y que guarda el autor de estas líneas, se están haciendo infinidad de copias por personas que desean saborear tan bella y delicada composición.

Esta es, trazada a grandes rasgos, la actuación de la Tuna Universitaria salmantina en Navalmoral. Acostumbrados a ver agrupaciones de esta índole, podemos asegurar que, la Tuna, que en el momento presente lleva triunfante el nombre de Salamanca y su gloriosa Universidad por algunas regiones de España, será recibida en todas partes con las mismas demostraciones de afecto que lo han sido en tierras extremeñas. Porque la educación, buenos modales y finura que en todos sus actos demuestran los componentes, son acreedores a ello.

Que su excursión sea provechosa como lo ha sido aquí, y puedan regresar a Salamanca satisfechos de sí mismo y de los pueblos que los reciben.

EL CORRESPONSAL

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NOTA: Artículo procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma. Todos los derechos reservados.
 

 
       
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