Autor:
Anónimo.
Título: ¡OH, JUVENTUD, PRIMAVERA DE LA VIDA!.
LOS ALEGRES SONES DE LA TUNA ESCOLAR
DE SALAMANCA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Miércoles, 3 de diciembre de 1924,
p. 3.
Después de muchos años.- La Tuna de hoy.- Recuerdos.- Dos
bellísimos pasacalles.- Los alegres jóvenes de la simpática
agrupación.
¿Quiere usted oír
un ensayo de la Tuna escolar? – me dijeron.
- ¿Pero hay Tuna?
- ¡Ya lo creo!
Después de doce, catorce o quizá diez y seis años, en los que los
estudiantes no han tenido el humor de hacer una Tuna, en este la
hemos formado nosotros – me responde el simpático presidente, que
borda a la guitarra unas falsetas dignas de Tárrega.
Nos agrada la
noticia y nos alegra la invitación. Y vamos con el señor Artaloytu,
al pequeño salón de ensayos, una especie de catacumba de la
Convención, que sólo son capaces de hacer estable, con sus donaires
y sus bromas, los jóvenes escolares.
Y mientras
caminamos, ¡ay!, vamos recordando también nuestros años mozos de
escolar, nuestra Tuna inolvidable, que presidía aquel admirable
Benito M. Valencia, con aquella celebérrima excursión por tierras de
España y Portugal, y aquella recepción en la Embajada Española,
obsequiados por los condes de San Luis, y aquel discurso de Benito
Valencia, y aquel otro nuestro en Santarem, teniendo a la vez,
izada, una formidable bandera portuguesa con su asta descomunal, que
nos vencía y nos tambaleaba, si un poco encendidos de entusiasmo al
cantar a Camöens o al mostrar nuestras profundas preferencias
literarias por Eçade Quieroz, nos olvidábamos de atenazar, con
nuestras dos manos, la enseña que tan solemnemente, a golpe de Himno
nacional, se nos había entregado a cambio de nuestra española,
sencilla y ligera.
El maestro García
Bernalt, director competentísimo y entusiasta de la Tuna sale a
nuestro encuentro.
- ¿Usted por aquí?
- A oír un poco, y
a recordar otros tiempos.
- No merece la
pena. Sólo llevamos dos días de ensayo – dice el maestro Bernalt.
Y a poco a la voz
del maestro, que con una paciencia de benedictino ha ido dando cima
a su labor titánica de que hagan música, quienes en su mayoría no
conocen el pentagrama, la tuna rompe en un pasodoble bonito,
inspiradísimo, que tiene sabor de estudiantes y aire de juventud y
alegría.
«¡A la serenata!»
se titula este primer pasodoble, que escuchamos con toda atención.
Renacen en nosotros aquellos recuerdos de nuestro desfile marcial y
juvenil por las calles de Lisboa, seguidos de la chiquillería, bajo
una lluvia de flores y cintas bordadas que manos finísimas nos
arrojaban desde los balcones.
El pasacalle, es
una bellísima página musical del maestro Bernalt. Breve de
introducción, tiene luego amplio y sonoro desarrollo del motivo, en
contracantos deliciosos e inspiradísimos. ¡Oh, qué bien se oirá este
pasodoble, en la calle silente, en la paz de la noche, al paso de la
Tuna, mientras los balcones se van exornando de muchachas!.
A este pasacalle,
sigue otro, original también del maestro Bernalt, ¡Viva la Tuna!,
que si estudiantil es el primero, más bullicioso, más escolar, más
juvenil y airoso es éste, que representa otro verdadero acierto del
autor, que pone siempre en sus obras, al lado del motivo sencillo,
el contracanto, bellamente sentimental e inspirado.
Y a seguida, «fados»,
serenatas, jotas, etcétera, y deseos de llevar, en el repertorio,
«En la Alhambra», de Bretón, además de la jota de «La Dolores».
El conjunto de la
Tuna, es tan armónico como completo. Será esta tuna una de las
mejores que han salido de Salamanca.
Pero la Tuna se nos
va. No alegrará con sus sones el desvaído carnaval salmantino, sino
que marchará a tierras de Extremadura y Portugal.
Mas después de las
vacaciones de Navidad, la Tuna comenzará sus serenatas a las
autoridades y personalidades salmantinas, y, entonces, tendremos
todos ocasión de oírla.
Hay en ella
elementos muy estimados, y todos ponen en la labor el deseo y el
entusiasmo de sus años mozos.
_____
He aquí ahora, para terminar esta breve
impresión, cómo está formada la Tuna y quiénes la componen:
Presidente
honorario académico, excelentísimo y Ilmo. Sr. Rector de la
Universidad de la Universidad, don Enrique Esperabé de Arteaga.
Director, maestro
don Bernardo G. Bernalt.
Presidente, don
Juan F. Artaloytu.
Vicepresidente, don
Julio S. Mirat.
Tesorero, don Juan
Arroyo García.
Vocales, don Julio
Alonso Casado y don Natalio Sánchez García.
Secretario, don
Marcos S. Heredero.
Guitarras: Juan P.
Artoloytu, José García López, José Martín Hernández, Manuel
Hernández Martínez, Eugenio Ruiz de la Cuesta, José María Sanz de la
Cruz, Antonio García Hernández, José González de la Vega, Urbano
Andrés Carballo, Angel Arroyo Martín, Julio Alonso Casado, Juan
Arroyo García y Marcos Sánchez Hernández.
Laúdes: Expédito
García Alonso, Zacarías Border Sellés, Natalio Sánchez García y
Julio E. Nadal.
Bandurrias: Miguel
Losada Sánchez, Francisco Polo García, Isidro González Morano y
Miguel Alonso Rodríguez.
Violines: José Sánchez López, Federico García Hernández, José Gómez
Miguel, Tomás Santos Rodas, Francisco Martín Torralba, Enrique
Asteaga Alcalá y Fernando Bermejo García.
Abanderado, Manuel S. Mirat.
Panderetas: Leandro Ledo Suárez, Angel Orts Segura, Miguel Pascual
García y Salvador Carril Guijarro.
Hierros: Felipe Velasco González y Jerónimo Pérez y Madero.
Postulantes: José María Maldonado Monto, Virgilio Sánchez Gregorio y
Juan A. Gómez Pérez.
Flautas: Gómez Lara e Hilario Beato.
_____
Salimos del pequeño salón de ensayos de la Tuna y allí
quedaron el maestro Bernalt y sus nuevos y juveniles alumnos dando
repaso a un fado, cuyos cambios de posición se resistían a las
guitarras.
Un
Repórter.