Autor:
Germán Herrero.
Título: LOS ESTUDIANTES PORTUGUESES EN
SALAMANCA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
La Gaceta Regional.
Fecha:
Miércoles, 4 de abril de 1923,
p. 2.
Muy pronto, a
últimos del mes corriente, realizarán por tierras españolas una
excursión artística, siendo nuncios de la armonía que debe reinar
entre los dos pueblos de la península, y afirmando los lazos de
cariño, una numerosísima comisión de estudiantes portugueses, que
dejarán una estela de inolvidables recuerdos en las importantes
ciudades de Madrid, Zaragoza, Barcelona y Valencia, haciendo fin a
su excursión en las calles legendarias de la más gloriosa
Universidad: en Salamanca.
Forman tan nutrida como importante embajada: La
Tuna Académica de Coimbra, compuesta por sesenta estudiantes, una de
las más notables agrupaciones musicales de aficionados y la mejor
que se ha reunido en Portugal, bajo la dirección del estudiante de
medicina don José López Díaz Junior.
Entre lo mucho notable que traen, ejecutan música
portuguesa de Armando Lima, A. Keill, P. Costa y Madeira, y música
española de Galiano Pintado, Albéniz, Granados y otros.
Acompaña a la tuna su orfeón, compuesto por 150
estudiantes, a cuatro voces, cantando fados y rapsodias portuguesas.
Damos una nota de lo más importante de él, pues
esta agrupación vocal será lo mejor que se ha visto en Salamanca.
Marchas guerreras.- «Los Titanes» de Saint
Saëns.
«Los Guerreros», de Gaunod.
Religiosas.- «Tenebre» y «Adorámusie», de
Palestrina.
Sentimentales.- «Saltarela», de Saint
Saëns.
«Coral», de Bach.
«Himno de la
noche», de Rouseell.
Descriptivas.-
«Corodelos Cazadores», de Weber.
«Fuga de locura»
(Opera «Fausto») de Berlioz.
Música nacional.- «Canciones portuguesas» de Elías de Azniar.
«Canciones
Transmontanas», de Pinto Riveiro.
«Cantares de nosa
terra», de Antonio Folce.
«Canción del lino
fresco», de Tomás Borba.
«Canción doente»,
de A. de Lima.
«Arrullo» y
«Portugal e lindo», de Armando de Leza, y otras.
Acompaña a la excursión la Orquesta Pitagórica,
una novedad de lo más raro que darse puede.
Figurarse una orquesta de cincuenta individuos,
donde uno toca una botella, otro una guita en tensión, otro un
cascebel, otro una sombrilla y así infinidad de cosas; haced de todo
esto una música celestial y tendréis formada la Orquesta Pitagórica.
Salamanca debe recibir a tan ilustres huéspedes
como su valor artístico merece.
Nuestras autoridades facilitando cuanto puedan la
realización del viaje; nuestras empresas poniendo los coliseos a
disposición de los forasteros; nuestros casinos organizando veladas
en su honor; nuestras lindas muchachas adornando con sus encantos
cuanto realicen los forasteros, nuestros estudiantes acompañando y
haciendo imperecedero su recuerdo a sus hermanos y Salamanca entera
dejando en el ánimo de ellos tan grato recuerdo, que si en algún
tiempo asombró con su ciencia, se hable en Portugal por siempre de
su hidalguía.
GERMAN HERRERO