Autor:
C.
Título:
BEJAR AL DIA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Lábaro.
Fecha:
Sábado, 27 de marzo de 1909,
p. 2.
(De nuestro
redactor)
Se fue la «Tuna».
El tren de esta
tarde se la llevó, quedando en Béjar recuerdos cariñosos, que
durarán mucho tiempo.
El día ha
transcurrido rápido y feliz, repartido entre la Escuela superior de
Industrias y varias serenatas.
En la Escuela se
celebró brillante recepción, donde Cajigal desplegó todo su talento
organizador, toda la esplendidez y buen gusto de que sabe hacer uso
y hasta abuso. El hecho es, que tratándose de un acto el de la
escuela, en que habían de intervenir estudiantes en tan gran número,
resulto una fiesta lucidísima, con orden, seria, digna de los
obsequiadores y obsequiados.
Hubo dulces, jerez,
habanos, música... y aplausos a granel.
Por la tarde
algunos tunos honraron la casa del modesto cronista y allí
tomaron café y otras miajas. De allí marcho la «Tuna» a casa de D.
Nicolás Oliva, donde fueron recibidos con la cordialidad que mi
amigo sabe a hacer simpática y atractiva su hospitalidad. Lo de
rúbrica, habanos, dulces, etc.
A casa de Olleros.
Entró la «Tuna» en casa de Anselmo Olleros, el diputado a Cortes,
que recibió a los tunos con la esplendidez magnífica en él
acostumbrada. La música de los tunos se acompasó con los
taponazos del champagne, y hubo discursos y despedidas
cordialísimas, en los que los estudiantes expresaban toda su pena
por haberse ausentarse.
Los bejaranos
hicieron grandes instancias a los tunos para que prolongasen
su estancia aquí, a lo que no accedieron, por tener que acudir a sus
clases.
Y recibiendo de
todas las clases sociales las más expresivas muestras de cariño, se
despidieron los de la Tuna, de las presidentas, que la
hicieron espléndido donativo en metálico.
En la estación se
repitieron las muestras de afecto y entusiasmo, y al fin arrancó el
tren, sonando ruidosos aplausos y ensordecedores vivas.
Se fueron los
tunos, quedando aquí un recuerdo indeleble y gratísimo, que
durará mucho tiempo.
Antes de abandonar a Béjar, dejó la Tuna en poder del Sr. Cajigal cien pesetas,
para que las distribuyera entre los pobres de esta ciudad.
Este rasgo de la
Tuna ha sido muy elogiado.
C.
Béjar, Marzo, 26, 1909