
Autor:
Anónimo.
Título:
LA ESTUDIANTINA PORTUGUESA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Miércoles, 9 de abril de 1890, pp. 2 y 3.
A la Universidad
De la Plaza Mayor, salió a las doce y media de la
mañana, la Estudiantina con sus banderas y acompañada de la comisión
ejecutiva salmantina. Recorrió la Estudiantina la calle de la Rua y
Libreros hasta llegar a la Universidad, donde escogido público esperaba,
para asistir a la sesión que había de celebrarse.
En todo el tránsito, recibieron los escolares
muestras de simpatía y cariño, por parte del pueblo salmantino.
Los discursos
Empieza la sesión en medio de gran silencio, a
pesar del público que llenaba por completo el Paraninfo.
Ocupaban la presidencia la comisión salmantina y
los tres presidentes de las Academias de Coimbra, Oporto y Lisboa.
El presidente de la comisión ejecutiva de esta
ciudad, pronunció un razonado, enérgico y elocuente discurso.
Aboga por la confederación ibérica y saluda
entusiastamente a los estudiantes portugueses.
El discurso del señor Garzón, fue aplaudidísimo.
Sigue a este señor el presidente de la Academia
de Lisboa señor Sousa, y con frase correcta y elocuente, expone las
ventajas de la federación ibérica, terminando su discurso con un ¡viva
España! y otro ¡viva la federación de los dos pueblos!.- (Grandes
aplausos.)
Nuestro compañero de redacción señor González
Castro, alumno de medicina, y secretario de la comisión ejecutiva
salmantina, usó de la palabra a continuación, abogando también por la
federación escolar como primer paso para conseguir después la federación
hispano-lusitana.
El señor Barreto, presidente de la Academia de
Coimbra; en un elocuentísimo discurso, se adhirió a las manifestaciones
hechas por los señores anteriores, y expresando la indignación profunda
que le causaba la conducta brutal de Inglaterra.- (Atronadores
aplausos.)
Siguió a este señor, don Jesús Sánchez y Sánchez,
alumno de la facultad de Derecho de esta Universidad.
El joven orador estuvo afortunado, al tratar la
cuestión de federación ibérica y dirigiendo apóstrofes violentos a
Inglaterra.- (Grandes y prolongados aplausos.)
Don José García Revillo, alumno de Filosofía y
Letras, también de esta Universidad, ocupó después la tribuna y con
facilidad de palabra y elocuencia, se ocupó del asunto por el que se
hallaban reunidos los estudiantes.-- (Aplausos entusiastas.)
El último discurso fue el del joven y distinguido
representante de la Academia de Coimbra, querido amigo nuestro, don
Albano Guedes.
Elocuente, enérgico, demostrando sus profundos
conocimientos en Historia, así se condujo el joven orador.- (Grandes
aplausos y vivas entusiastas.)
Después de los discursos, la estudiantina
portuguesa ejecutó una pieza de su numeroso repertorio, y el presidente
señor Garzón, levantó la sesión.
Al salir del Paraninfo, no se oía otra cosa que
vivas a España, a Portugal, a la Universidad de Salamanca, a las
Academias españolas y portuguesas, etc.
Por el mismo camino antes recorrido, regresó a la
plaza Mayor la comitiva, recibiendo en las calles inequívocas muestras
de cariño.
Los estudiantes se dirigieron después al teatro
del Liceo con el fin de ensayar, para el concierto de la noche.
El concierto
A las doce de la mañana apenas quedaba alguna
localidad disponible.
A las cuatro de la tarde, ya se habían vendido
todas y sin embargo la demanda era grande.
La empresa había dejado a disposición de la
comisión ejecutiva salmantina el palco núm. 12, y en él colocó ésta las
coronas que la Tuna trajo de Portugal, y otra magnífica que los
estudiantes de la Universidad e Instituto de esta ciudad, dedicaban a
sus colegas los portugueses.
Antes de empezar la función se recibió un oficio
del Gobernador civil, en el cual se prohibía terminantemente pronunciar
discursos, tanto a los estudiantes portugueses como a los estudiantes
españoles.
La noticia produjo grande excitación en el ánimo
de los escolares de ambos países.
A las ocho y media, el aspecto del teatro era
brillantísimo.
No había ni una sola localidad desocupada.
Toda la aristocracia salmantina, se había dado
cita en el coliseo de la calle Toro.
De mujeres, nos parece escusado decir que las
había hermosísimas, ricamente ataviadas, contribuyendo a dar esplendor a
la fiesta.
El gallinero repleto en absoluto.
Entre bastidores, se habían colocado también
infinidad de estudiantes que ya no cabían en otras localidades.
Con la zarzuela titulada Toros de puntas, comenzó
la función.
Los artistas que en ella tomaron parte,
cumplieron discretamente.
Cuando llegó el momento de cantar los tangos de
zangá zangá, el que hacía de Lagartijo cantó uno en portugués que fue
aplaudidísimo por los estudiantes.
En medio de atronadores aplausos, se alza el
telón y aparece la Estudiantina portuguesa.
La comisión ejecutiva salmantina, acompaña en el
escenario a los presidentes de las Academias portuguesas, que ocupaban
un lugar próximo a la bandera portuguesa.
Restablecido el silencio y calmado
momentáneamente el entusiasmo, la estudiantina ejecutó de pié, a
maravilla, la marcha real española.
Todo el público en pié también, prorrumpió,
apenas terminada la ejecución, en vivas atronadores y en aplausos
prolongados.
No se oían más que aplausos y vivas a España y a
Portugal.
Después la Estudiantina ejecutó de un modo
magistral, inimitable, soberbio, varios números, entre ellos la sinfonía
del Barbero de Sevilla.
Cada número de música ejecutado, era una inmensa
ovación.
El público no se cansaba de aplaudir, de gritar
¡viva España! ¡viva Portugal!
Se alzó de nuevo el telón y los señores Garzón,
Olivera y González Castro, de la comisión ejecutiva, se adelantaron al
proscenio con la corona que ofrecían a los estudiantes portugueses los
de esta ciudad.
El señor Barreto acompañado también de dos
estudiantes portugueses, se adelantó al proscenio y entonces el señor
Garzón le ofreció conmovido la corona, pronunciando con tal motivo un
breve y sentido discurso.
El señor Barreto, acepta aquella y dice, que no
puede expresar lo que siente su alma, y mucho más habiendo prohibido la
autoridad pronunciar discursos; pero que los estudiantes portugueses,
tenían llenos sus corazones de profundo agradecimiento y amor inmenso
hacia los estudiantes españoles.
El público en pié aplaudía frenéticamente, y daba
vivas continuos y ruidosos.
El señor Carvalho ofreció también a sus
compatriotas otra corona muy elegante.
De un palco próximo al proscenio, salieron cuatro
preciosos ramilletes de flores, que los estudiantes colocaron en las
lanzas de sus banderas.
Después la compañía de zarzuela puso en escena la
pieza cómico-lírica ¡Cómo está la sociedad!
En el desempeño se distinguieron las señoras
Moreno, Baeza, la señorita Delgado y el señor Sanjuán.
Y volvió de nuevo la estudiantina a deleitar al
público con sus magníficas ejecuciones, y de nuevo volvieron los
aplausos y vítores.
De una platea lanzaron al palco escénico varias
palomas que los estudiantes tomaron entusiasmados.
El juicio que todos los que anoche asistieron a
la función, formaron de la estudiantina, no puede ser más favorable.
De todos los labios salían exclamaciones de
asombro, nacido éste de la consideración que necesariamente surge al
pensar que son estudiantes también los jóvenes profesores músicos que
vienen en la comparsa.
A la una se terminó la función y desde el teatro
se dirigieron los estudiantes portugueses a las fondas y hoteles donde
se alojan.
¡Despedida y ruego
Cuando acabó la representación de Toros de
puntas, entró en el palco de la comisión ejecutiva salmantina la
comisión que precede en todas las poblaciones a la Estudiantina, con
objeto de preparar el alojamiento.
Esta comisión iba a despedirse de la salmantina,
pues tenía que marchar a Madrid, y al hacerlo la despedida fue
conmovedora; los estudiantes portugueses y españoles abrazados
apretadamente, se dieron el adiós, no sin pedirnos antes los portugueses
que participáramos al pueblo salmantino en general y a los estudiantes
muy especialmente, su eterno agradecimiento a las pruebas de cariño que
les han tributado.
El día de hoy
A las doce de la mañana será recibida la
Estudiantina por el excelentísimo señor Rector de esta Universidad y por
el claustro de profesores.
Después visitará al Gobernador y al Alcalde.
A las cuatro de la tarde irá al Casino de
Salamanca donde dará un concierto, al que seguirá un baile de confianza.
Por la noche, salen para Madrid, nuestros
ilustres huéspedes, en el tren de las diez.
Todos los estudiantes salmantinos acudirán
seguramente a despedir a sus colegas.
También se llevarán a la estación los estandartes
de la Universidad y las banderas de la Tuna Salmantina.
Antes de abandonar esta ciudad, se firmará un
acta, en donde quedarán consignadas las bases para la federación escolar
hispano-lusitana.
En Madrid permanecerán cuatro días, regresando a
Portugal por esta población.
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NOTA: Artículo
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normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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