Autor:
Anónimo.
Título:
LA ESTUDIANTINA DE COIMBRA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Sábado, 24 de marzo de 1900,
p. 1.
Por la tarde
En vista de que no se celebraba el baile que
tenían proyectado, visitaron, comisiones de estudiantes portugueses,
acompañados por algunos de esta Universidad, algunas a distinguidas
familias de esta población, saliendo altamente complacidos por las
atenciones de que fueron objeto.
Uno de los domicilios que visitaron los
coimbreses, fue el del señor Fernández Laza, quien con la amabilidad que
le caracteriza, les enseñó todas las dependencias de la fábrica de
hilados y tejidos de su propiedad, escuchando elogios de los portugueses
por la acertada dirección de los trabajos que en ella se practican.
Después de ver todas las dependencias de la
fábrica, la Tuna ejecutó varios números de su repertorio, entre ellos el
himno portugués, la marcha real y otros.
El señor Fernández Laza obsequió a los escolares
con exquisitos cigarros, dulces y licores.
Otra comisión visitó el seminario.
En Lope de Vega
Los simpáticos estudiantes portugueses honraron
anoche el Teatro de Lope de Vega, asistiendo, en masa, a las funciones
que, en obsequio suyo, representó la compañía del señor Moya.
Las obras puestas en escena agradaron
extraordinariamente a los portugueses, que aplaudieron con entusiasmo a
los artistas.
En los intermedios se pronunciaron algunos
discursos y se leyeron poesías por los escolares, despidiéndose del
pueblo vallisoletano.
La orquesta del teatro ejecutó repetidas veces el
himno portugués y la marcha real, en medio de los aplausos y el
entusiasmo más delirante, terminando el espectáculo con calurosos vivas a España y Portugal.
La despedida
A las doce de la noche se reunieron en la fonda
todos los escolares coimbranos, con objeto de partir para la estación
del Norte.
Precedidos de la bandera de la Tuna, y
acompañados de inmenso número de estudiantes y muchas personas,
dirigiéronse a la estación entre los vivas y aplausos más entusiastas.
En el andén, despidiéronse con efusión de sus
compañeros y amigos, los simpáticos coimbreses, que recibían de todas
las personas que allí se encontraban, las demostraciones más grandes de
simpatía y cariño.
La marcha
A la una en punto partió el tren que conducía a
los queridos huéspedes lusitanos, y entonces subieron de punto las
manifestaciones de afecto y simpatía, siendo innumerables los vivas y
aclamaciones que se escuchaban de todos los labios.
Estas no cesaron hasta que el tren hubo
desaparecido.
Nuestro adiós
Entusiasta, sincero y cariñoso se le enviamos a
los jóvenes coimbreses, que en el corto tiempo que han permanecido entre
nosotros, supieron granjearse todas las simpatías, haciéndose
merecedores de los mayores elogios.
Pueden tener la seguridad de que Valladolid
entero no olvidará nunca la estancia de los cultísimos huéspedes
lusitanos, cuyas pruebas de cariño y afección a España, han tenido su
justa recompensa en esta hidalga capital.
¡Feliz viaje coimbranos!
(De La Crónica Mercantil.)
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
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normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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