
Autor:
Anónimo.
Título: LA TUNA ESCOLAR SALMANTINA Y EL REPARTO
DE JUGUETES.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Martes, 7 de enero de 1930,
p. 4.
La jornada del domingo
de los simpáticos estudiantes que forman la Tuna Escolar Salmantina, fue
de las más admirables, por el fin recreativo que encerraba y que bien
merece los sinceros aplausos del vecindario.
Modestamente, sin
ostentación de ninguna clase, los “tunos” dedicaron las últimas horas de
la tarde del domingo a realizar una caritativa obra, llevando un poco de
alegría y regocijo a los pobres niños asilados del Hospicio y Casa de
Santa Teresa.
Y ante los momentos de
felicidad que hicieron pasar a los infelices hospicianos, ante aquella
algazara que tuvieron el acierto de inspirarles, deben encontrarse
suficientemente satisfechos, pues su misma obra es la recompensa más
apreciable a que han querido aspirar.
A las cinco de la tarde
se organizó la comitiva. La Tuna Escolar, al compás de un precioso
pasacalle, salió con dirección al Hospicio provincial.
Seguían los Reyes Magos
y una camioneta de don Jesús Rodríguez López, que amablemente se prestó
a llevar los juguetes comprados.
La entrada en el
benéfico establecimiento fue de las más alegres. Los niños esperaban con
impaciencia, y al ver llegar la caravana, prorrumpieron en gritos de
entusiasmo.
Los estudiantes y los
Reyes Magos, repartieron gran cantidad de juguetes entre los niños, y
después interpretaron un magnífico concierto, estallando, al final de
todas las composiciones, los aplausos de los pequeños, que no sólo se
veían gratamente sorprendidos con los obsequios, sino por aquella
delicadeza de dedicarles una serenata.
En el Hospicio los
estudiantes fueron recibidos por el director del establecimiento y las
hermanas de la Caridad.
Al final del concierto,
la Tuna fue obsequiada con dulces y licores.
Terminada la misión en
el Hospicio, los estudiantes fueron despedidos con grandes muestras de
entusiasmo.
Seguidamente, la Tuna
marchó al Colegio de Santa Teresa, haciendo igualmente entrega a las
monjas de numerosos juguetes, para que fueran repartidos entre los niños
que acuden a esas escuelas.
Fueron repartidos unos
350 juguetes.
Nuevamente felicitamos,
de todas veras, a los escolares de la Tuna, deseándoles que, después de
hecha esta obra caritativa y admirablemente, continúen obteniendo los
éxitos más ruidosos a que con su labor se han hecho suficientemente
acreedores.
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
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