
Autor:
Anónimo.
Título:
LOS ESTUDIANTES.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Lunes, 26 de febrero de 1900, pp. 1 y 2.
EL DIA DE AYER
En el Ayuntamiento
Como decíamos en nuestro último número, ayer a
las once de la mañana visitó la Estudiantina Portuguesa las Casas
Consistoriales, en cuya Sala de Sesiones fue recibida y obsequiada con
dulces, licores y cigarros.
Acompañaban al Alcalde interino, señor Reymundo,
los concejales señores García Polo, Fernández Robles, Rivas, Nava, Meca
y algún otro que no recordamos en este momento.
El Alcalde les dirigió la palabra, agradeciendo
la atención que habían tenido, al visitar el Ayuntamiento, que es la
genuina representación del pueblo de Salamanca.
A los acordes de la Marcha Real española, que
salieron tocando los escolares portugueses en la Casa Consistorial, se
asomaron a los balcones de la misma, el Alcalde y los demás señores
concejales que estaban en el salón, con cuyo motivo hubo varios vivas a
España, a Salamanca, a Portugal y a Coimbra.
En la Diputación
Desde la Casa Consistorial se dirigió la Tuna
Portuguesa al palacio de la excelentísima Diputación, donde eran
esperados por los señores Alonso, presidente, y diputados González
Domingo, Baz, Luna, Gorjón y Pollo.
Fueron obsequiados los portugueses como en el
Ayuntamiento y se pronunciaron discursos por los señores Alonso,
González Domingo, Luna y Gorjón. Les contestó el señor Matto Cide,
siendo todos aplaudidos frenéticamente, en especial los señores González
Domingo y Luna.
Los escolares portugueses admiraron el magnífico
salón de sesiones de la Diputación y quedaron encantados de su precioso
artesonado.
El banquete escolar
A la una y media de la tarde dio principio el
banquete organizado por los estudiantes de la Universidad de Salamanca
en obsequio de sus compañeros de Coimbra.
Presidió el Alcalde accidental y catedrático de
la Facultad de Ciencias, señor Reymundo, el cual tenía: a su derecha a
los señores González Domingo, catedrático de Agricultura, y Otero,
escolar y presidente de la Tuna Salmantina, y a su izquierda, a los
señores Mattos Cide, presidente de la Estudiantina Coimbricense, y
Cobián y Canedo (don Angel), estudiante de la Universidad de Santiago.
A los lados de la presidencia estaban los
representantes de la prensa local por los periódicos El Lábaro,
El Noticiero, El Combate y EL ADELANTO.
Repartidos por ambos lados de las mesas estaban
los demás comensales estudiantes portugueses y españoles mezclados en
íntima unión y fraternizando a cada momento con obsequios que se
cruzaban de una a otra parte.
Por el Café Suizo fue servido el siguiente
MENU
Ordubres: aceitunas, pimientos y
pepinillos.
Relevé: menestra a la española.
Entrada: fricandó de ternera a la
financier.
Frito: Pastelillos a la reina.
Fiambre: Jamón en dulce.
Asado: Pavo Rotí con ensalada.
Dulces: flanes.
Vinos:
Valdepeñas y Champagne.
Postres: Café.
El servicio fue admirable y los elogios que se
hacían eran unánimes, sobre todo, por los que conocedores de lo difícil
que es un buen servicio para un banquete, donde son muchos los
comensales, eran nada menos que 215 de éstos, acaso el banquete más
numeroso que se ha dado en Salamanca desde hace muchos años.
Al destaparse el champagne brindaron: el
presidente de la Estudiantina de Coimbra; el de la de Salamanca, el
estudiante de Santiago, señor Cobián; el presidente de la rondalla
«Hijos del Trabajo», señor Millán; el estudiante portugués señor
Baceller Telles, y el presidente de la Comisión escolar de Salamanca
señor Novoa y el vocal de la misma, señor Casado.
En todos los brindis dominó la nota de afecto y
simpatía entre los estudiantes portugueses y salmantinos.
Terminaron éstos con dos elocuentes discursos que
pronunciaron los señores González Domingo y Reymundo, en los cuales
pusieron de manifestación las glorias de las universidades de Coimbra y
Salamanca.
Los dos discursos de los respetables profesores
que pusieron fin al banquete, entusiasmaron de tal modo a los
estudiantes de Coimbra, que después de aplaudir frenéticamente y
ovacionar a los oradores, levantaron a estos en hombros con aclamaciones
y entusiastas bravos y aplausos estruendosos.
Después del banquete, la Tuna de Coimbra se
proponía visitar las redacciones de los periódicos; pero nuestro
Director, comprendiendo lo escaso del tiempo de que disponían, les
relevó de ese cumplimiento, por lo que a EL ADELANTO se refería, y por
esta razón sólo visitaron a El Lábaro por haber estado
representado dicho diario en el banquete por un escolar.
El presidente de la Tuna rogó que EL ADELANTO,
como periódico más antiguo de la localidad, se hiciese intérprete, cerca
de los otros periódicos, del testimonio de cariño y gratitud que les
envían los escolares lusitanos, suplicándonos también que, en su nombre,
expresemos el profundo agradecimiento que sienten por los estudiantes
salmantinos y por todo el pueblo, que tan cariñosamente les ha recibido.
A las siete y media de la noche visitaron el
Casino de Salamanca, donde fueron obsequiados por la Junta directiva y
ejecutaron de una manera brillante algunos números de su repertorio.
En este momento vimos que el presidente de la
Estudiantina de Coimbra lucía en el brazo precioso lazo de cintas de
seda, con artísticas pinturas, regalo de la bella presidenta señorita
Eufrasia Torres.
También la Tuna Salmantina ha recibido bonito
regalo de su presidenta, la bella señorita Carolina Fernández Pertierra.
A las nueve, acompañada de multitud de escolares,
encaminose la Estudiantina Portuguesa a la estación para tomar el tren
de Valladolid.
Momentos antes de partir éste, llegó a la
estación el Gobernador interino, señor Gil, quien les notificó un
telegrama del Gobernador de Valladolid, concebido en estos términos:
«Prohíba V. S. que los estudiantes portugueses salgan de ningún modo
para esta provincia.»
En vista de esto, regresaron a la fonda, donde,
después de breve deliberación acordaron salir para Coimbra en la
madrugada de hoy, como en efecto lo han hecho.
¿Qué ha ocurrido para que el gobernador de
Valladolid expida ese telegrama?
No lo sabemos.
Lo ocurrido es inaudito; no es fácil hallar
explicación satisfactoria, ni creemos que la tendrá cuando sean
conocidos detalles.
Sin embargo, aplazamos juicio definitivo para
cuando tengamos datos más concretos.
*
* *
Con referencia a la
orden telegráfica de que hacemos mención, no hemos hallado en la prensa
más que la siguiente noticia de La Época, que puede dar alguna
luz en el asunto, y que dice así:
«El ministro de la
Gobernación ha negado a una estudiantina de Oporto permiso para postular
en España, por temor a que puedan traer gérmenes de la enfermedad que
hasta hace poco tantos estragos ha causado en la ciudad portuguesa.»
A pesar de esto, el día
de la llegada de los estudiantes de Coimbra a Salamanca, se recibió en
la Alcaldía de esta ciudad el parte sanitario del jefe de la inspección
de Fuentes de Oñoro, señor Ordax, diciendo que habían sido observados,
según disposiciones gubernamentales, los expresados estudiantes y se les
proveía de la correspondiente patente de Sanidad.
*
* *
Anoche fueron víctima de un atropello dos
estudiantes portugueses, uno de los cuales pertenece a una noble y
distinguida familia del vecino reino.
Un hijo del cochero Baltasar del Rey condujo en
un coche, de la propiedad de éste, a los dos citados estudiantes desde
la estación del ferrocarril a esta ciudad, y como los portugueses dieron
al dueño de otro coche en que fueron conducidos hasta la estación todo
el dinero suelto que llevaban en la creencia de que ya no volvían a
Salamanca, se encontraron con que, al bajarse del coche en la ciudad a
su regreso, no tenían dinero suelto para pagar el viaje que, según
tarifa, debía importar una peseta.
Se lo hicieron presente al cochero y le dijeron
que fuera con ellos hasta la Fonda del Comercio, donde le pagarían, a
menos que les cambiase un billete de 25 pesetas, que era el de menos
valor que tenían. Por toda respuesta, el hijo de Baltasar del Rey,
empezó a denostar a los estudiantes, y sacando una navaja, los amenazó
sino le pagaban dos pesetas, y que tenía que ser en el acto.
A las voces de los escolares, acudió gente que
cortó la cuestión, pero aquéllos pusieron el hecho en conocimiento del
inspector de policía, señor Pastor, quien dio orden a sus agentes para
que fuera detenido el cochero que no sabemos con qué nombre calificarle.
Suponemos que el señor Gobernador le sentará la
mano en firme para que aprenda a tratar a las personas.
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido
normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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