
Autor:
F. B.
Título:
LOS TRIUNFOS DE LA TUNA.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Adelanto.
Fecha:
Jueves 27 de febrero de 1890, pp. 1 y 2.
O Primeiro de Janeiro publica la siguiente
carta, de su corresponsal en Coimbra, que traducimos con mucho gusto.
‹Señor director: El espectáculo que ayer ofreció
al público de esta ciudad la Tuna Salmantina, estuvo brillantísimo.
Al levantarse el telón aparecieron en el palco
escénico, los estudiantes, en bancos dispuestos en forma de herradura.
Vestían aquellos, tricornio, y calzón de terciopelo, flor en el pecho,
airosos y vivos como hijos meridionales de España.
¡Oh, positivamente no son hermosos, ni amables,
ni tienen el trato fino de un parisien educado, pero tienen un
entusiasmo, una viveza y una desenvoltura que entusiasma!
He de declarar, que me encantan los españoles, y
sobre todo su manera de hablar, y ver cómo tratan a las mujeres.
No son así los portugueses.
Son más tímidos y poseen como consecuencia más
delicadeza.
De un tuno sé yo que en el corto espacio
de tiempo que aquí estuvo, logró rendir el corazón de una hermosa viuda
que hacía seis años no amaba.
Son atrevidos los españoles..... y son felices.
Recuerdo con este motivo a Otero Acebedo,
presidente de la Tuna Compostelana. Era un conquistador. Cuando aquí
estuvo, sin decirte “Dios te guarde” hizo una declaración a una señorita
y fue correspondido, y fue amado, y llevó su retrato.
¿Es así Arsenio Huebra?
No; es precisamente un Apolo, pero ya no ama.
Pero tales cosas hermosas dice en sus discursos,
con tal elocuencia habla de las señoras portuguesas, que una de estas,
le ofreció un precioso bouquet.
Más volviendo al espectáculo, pues la digresión
va haciéndose larga y temo ser molesto, he de decir que fue esta una de
las mejores fiestas a que en mi vida he asistido. Fiesta de estudiantes,
entiéndase.
Compréndase bien que no vengo a hacer la apología
de los excursionistas; estudiantes antes que nada, dedícanse a la música
en las horas de ocio.
He de decir - y estoy convencido de que no ofendo
susceptibilidades – que la Tuna Compostelana, me parecía más
artista..... pero menos escolar.
Esto claro está, con excepciones.
El señor San Eustaquio y el señor Eloy, son
verdaderos artistas.
Me han dicho que este último es un violinista de
primer orden y el alumno más distinguido del conservatorio de Salamanca.
Pero de toda la fiesta, lo que más me agradó no
fue la música, fue la alegría, el compañerismo, la fraternidad de las
dos academias salmantina y coimbricense.
El discurso del señor Huebra, presidente de la
Tuna, estuvo ajustado a las aspiraciones de la Academia de Coimbra; fue
la defensa calurosa y brillante de la federación ibérica. Alcanzó muchos
aplausos.
Las personas que ocupan el teatro, se hallaban en
pié, mientras el ilustre salmantino hablaba. Al terminar su discurso, se
oyó un ¡viva la federación ibérica! que fue contestado unánimemente.
Todas las manos batían palmas y no era de los menos entusiasmados un
diputado progresista muy ilustrado y muy juicioso.
Al discurso del señor Huebra, contestó el
presidente de la Estudiantina de Coimbra, señor Cunha è Acosta,
ofreciendo a la Tuna Salmantina una corona lindísima, abogando por las
ideas sustentadas por el señor Huebra y terminando por decir, que
aquella corona llevaba solo dos cintas de España, rojo y amarillo, pero
que ellos irían muy pronto a Salamanca a colocar en la misma corona
otras dos cintas que faltaban, la azul y la blanca.
Antes de hablar el señor Huebra recitó el señor
Sánchez de Gama una pequeña poesía, terminando por arrojar su capa al
pié de la bandera española.
Al terminar, el señor Huebra, agradeció en nombre
de los estudiantes, la entusiasta y afectuosa recepción hecha por los
estudiantes de Coimbra.
Durante el espectáculo se dieron muchos vivas a
España, a Portugal, a Serpa Pinto, a las academias españolas y a la
federación ibérica.
La decoración del teatro era lindísima.
(1) . . .
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Los revendedores de localidades hicieron un gran
negocio vendiendo estas a precios elevados y exorbitantes.
Su afectísimo
F. B.
(1) Aquí cita el periódico a infinidad de señoras
y señoritas que ocupan el teatro.
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NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
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normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
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