|

Autor:
Anónimo.
Título:
REMITIDOS.
Publicación:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Ver. original:
El Federal Salmantino.
Fecha:
Domingo, 9 de marzo de 1873, pp. 3 y 4.
Sr.
Director de EL FEDERAL SALMANTINO.
Salamanca y Marzo 8 de 1873.
Muy Sr. mío y amigo: en el número anterior de su apreciable
periódico, he visto un suelto preguntado que había pasado, en el Casino
de esta Ciudad, con la comparsa de estudiantes sopistas que
salieron estos últimos Carnavales. Como presidente de dicha comparsa y a
nombre de todos los apreciables jóvenes que la componían, digo a V. que
hallándonos en el Café suizo (en donde merced a la amabilidad del
dueño Sr. Gambotti, hemos podido ensayar, por lo que le damos las más
expresivas gracias) nos dieron un recado del Casino, rogándonos que
subiésemos a tocar y ¡cual seria nuestra sorpresa al llegar a la puerta
del local, viendo que nos detenía un camarero, preguntándonos por quien
íbamos invitados! Esto solo bastó para que diésemos la vuelta, como
debíamos hacerlo, pues, ninguno de nosotros acostumbra a meterse en
donde no le llaman. Posteriormente el Sr. Presidente del Casino y otros
Sres. socios, al tener conocimiento del hecho, salieron a invitarnos
repetidas veces para que entrásemos, cuya invitación no quisimos admitir
después de lo ocurrido.
Esto es todo cuanto tiene que comunicar a V. su afectísimo
amigo y S. S. Q. B. S. M.
Alfredo G. Dóriga
Al leer el remitido anterior, la redacción de El Federal
Salmantino, no puede menos de ponerse al lado de los estudiantes por
el buen proceder y la dignidad conque han obrado en este asunto; por
otra parte, nos extraña sobremanera que una sociedad de tanto arraigo y
estabilidad como el Casino de Salamanca, haya dado una prueba de tan
poca formalidad, invitando primero a los escolares y no teniendo después
conocimiento de semejante invitación; además, los jóvenes que componían
la comparsa de estudiantes sopistas, representaban distintas
facultades de esta Universidad y con la juventud y, sobretodo, con la
juventud ilustrada nosotros tendríamos otros miramientos. Pues que: ¿Así
se llama a una sociedad – no a un número considerable de ciudadanos –
sino a un ciudadano cualquiera y después se le dice que quien le ha
llamado allí o poco menos? ¿No es esta pregunta suficiente para darse
por sentida la persona menos susceptible? Si acaso la invitación hecha a
los estudiantes ha sido de un socio en particular, como está en lo
posible que así sucediera ¿qué practicas se siguen en el Casino de
Salamanca y que formalidades en él se observan, cuando cada socio se
puede tomar atribuciones que sólo pertenecen a la Junta directiva? Esto
en el supuesto de que la invitación no haya sido general; porque si lo
contrario fuere, la censura del público no podría menos de recaer sobre
un proceder tan excepcional y extraño; por último, no podemos menos de
aplaudir la conducta digna y noble de los estudiantes, que al ir al
Casino nada mas que con el objeto de obsequiar a la sociedad tocando
algunas piezas, como es costumbre, pues, otro interés no podía moverles
aunque el Casino fuera la sociedad mejor del mundo, se han encontrado
con preguntas tan importunas e invitaciones tan incalificables. La
comparsa de estudiantes sopistas se ha portado como debía
portarse y nosotros nos congratulamos de que los escolares hayan obrado
de una manera tan sensata y acertada.
Celebraremos también que, de hoy en adelante, ni en el
Casino ni en ninguna otra sociedad de esta población, se repitan escenas
como a la que nos referimos, pues, no las creemos las mas conformes ni
las mas en armonía con la cultura y buenas formas que suelen observarse
en todo y por todo en estos modernos tiempos de civilización,
fraternidad y de adelanto.
____
NOTA: Artículo
procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en
el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido
normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma.
Todos los derechos reservados.
|
|