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Hemeroteca Virtual - Museo Internacional del Estudiante

Autor:              Arsenio González Huebra.

Título:             VIAJE DE LA TUNA A PORTUGAL XIV.

Publicación:   Museo Internacional del Estudiante, 2009.

Ver. original:  El Adelanto.

Fecha:            Martes, 25 de marzo de 1890, pp. 1 y 2.

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Visitas: Señor Rector, Universidad, Biblioteca, Observatorio astronómico, Capilla, Rectorado, Museo de Historia natural, Jardín Botánico, etc., etc.- Preparativo del Gran Concierto.

            Coimbra es la Universidad; toda la población vive a sus expensas, desde el propietario de casas al último industrial.

            El Rector, un claustro numeroso de profesores de todas las facultades superiores, el Liceo (instituto) y unos mil quinientos escolares pertenecientes a las mejores familias de Portugal, forman la parte principal de la población; lo demás es accesorio, lo mismo las familias distinguidas que tienen allí su residencia temporal para dar carrera a sus hijos que la última hija del pueblo que se dedica al servicio doméstico de las repúblicas escolares.

            Estas repúblicas escolares consisten en asociaciones de cuatro, cinco o seis estudiantes que por administración directa arriendan casa, servicio y servidumbre y viven reunidos bajo un régimen convencional desentendiéndose de lo que aquí llamamos patronos, cuyo tipo es raro en una población como Coimbra que se compone únicamente de estudiantes.

            Viven estos bajo la inmediata inspección del Rector de la Universidad y según el estado de adelanto de sus estudios, ejercen vigilancia los superiores sobre los inferiores, observando un régimen escolar muy parecido al que se usaba antiguamente en las Universidades españolas.

            Los estudiantes de Coimbra usan uniforme severo consistente en pantalón y casaca o levita negra que cierran por medio de botones o corchetes hasta el cuello y un manteo, negro también, y largo como el de nuestros sacerdotes, aunque sin cuello: en la cabeza no llevan prenda ninguna viéndoseles descubiertos en todas las estaciones del año y en todas las horas del día y de la noche. Cuando el temporal es crudo se les suele ver de noche a la salida de los teatros, con los manteos a la cabeza para preservarse de la intemperie.

            Los estudiantes de Lisboa, Oporto y Braga usan unos gorros muy sencillos, también negros, que con el tiempo vendrán a completar el uniforme del estudiante coimbricense.

            Se nota en la ciudad de Coimbra su condición eminentemente académica viendo cruzar por calles y jardines grupos de escolares sin compañía de ningún otro tipo del país.

            Después de comer el día de nuestra llegada (miércoles de ceniza), nos reunimos escolares de Coimbra y de Salamanca en el teatro de don Luís desde cuyo punto nos dirigimos a dar serenatas a los señores Rector de la Universidad, Gobernador Civil y Alcalde Coimbra, cuyos señores nos trataron con exquisita delicadeza ofreciéndonos el concurso de su influencia para cuanto nos hiciese falta: los estudiantes de Coimbra habían preparado numerosas hachas de viento cuya luz daba a la estudiantina un aspecto fantástico.

            A la once próximamente de la noche nos retiramos a nuestras respectivas casas o repúblicas a tomar cha (the) y a descansar. Cuando estábamos a la mesa los cinco estudiantes que componían la república donde nos alojábamos el secretario particular y el cronista de este viaje, nos sorprendió una serenata con que nos obsequiaron algunos tunos de Coimbra que invitados a pasar al comedor nos hicieron alegre y gratísima compañía hasta la una de la noche, hora en que nos retiramos a descansar.

            Al día siguiente, después de almorzar, fuimos formados y con la compañía siempre de aquellos académicos a visitar la famosa Universidad de Coimbra cuya descripción detallada no puedo hacer, tanto por las reducidas dimensiones del diario, como por la precipitación con que las circunstancias me obligaron a ver aquel hermoso edificio. Vimos, en primer lugar, la biblioteca que es un precioso monumento enriquecido todos los días con valiosas obras científicas que figuran como  donativos al lado de obras riquísimas por su antigüedad entre las que figura una Biblia de extraordinario mérito.

            Saliendo de la biblioteca y atravesando el hermoso jardín del edificio, pasamos al observatorio astronómico instalado en una torre cuadrangular que ocupa el sitio más elevado de la ciudad desde el cual se admira la hermosa campiña de Coimbra que riega el sereno y cristalino río Mondego, cuyo caudal de aguas es próximamente como el del Tormes.

            Cuando estábamos viendo el observatorio bajo la ilustrada dirección del profesor de la asignatura, fuimos llamados por el señor Rector de la Universidad que deseaba recibirnos oficialmente en prueba del crédito y consideración que le habíamos merecido: organizose inmediatamente la tuna y subimos a la residencia oficial del jefe de la Universidad que nos guardó todo género de atenciones, dirigiéndonos palabras afectuosísimas que agradecimos por todo extremo. En tanto que las dos tunas portuguesa y española, saboreaban exquisitos habanos regalados por el Rector, fui llevado por éste a su despacho particular en el cual me dio una tarjeta con un autógrafo que dice así: «Dr. Antonio dos Santos Viegas, Reitor da Universidade de Coimbra agradece aos estudantes de Salamanca a conducta dignísima que tireram o esta cidade.- Coimbra, 20 Fer.- 1890, Dr. A. S. Viegas.»

            Después vimos la capilla que es amplia, sencilla y elegante, el paraninfo que es severo y ostenta los retratos de los reyes de Portugal; la sala de capellos (doctores) y las habitaciones oficiales del Rectorado, todo ello es digno de verse formando un conjunto armónico, majestuoso y artístico. Luego vimos las aulas que son espaciosas, cómodas, higiénicas y elegantes; el museo anatómico que es una especialidad en su género; el gabinete de física enriquecido con aparatos modernos de gran valor, pudiendo asegurar que es uno de los mejores o acaso el mejor de Portugal. Saliendo altamente satisfechos de aquel famoso edificio y de las atenciones de que fuimos objeto en él.

            El museo de historia natural y clases congruentes, están en un edificio separado del de la Universidad, que en nada desmerece del gran templo de la ciencia que acabamos de reseñar: se compone de grandes salones de nueva construcción y magníficas luces, en los que, con exquisito gusto y elegancia están las instalaciones de magníficos ejemplares en los tres reinos de la naturaleza siendo de notarse dos instalaciones particulares compuestas de flora y fauna exclusivamente portuguesas.

            Sin tiempo apenas para admirar tantas bellezas como atesora este museo notable por todos conceptos pasamos al jardín botánico cuyo director nos esperaba previa invitación que galantemente nos había hecho.

            Cuando llegamos a este jardín que pudiéramos calificar de primero en su género, encontramos bastante gente, entre la que abundaban las señoras, invitadas también por el director. Después de recorrer las dilatadas calles de palmeras, eucaliptus, plátanos, arancarias, camelias y otras plantas exóticas e indígenas pasamos al museo donde vimos ejemplares de todas las maderas conocidas colocadas en perfecto orden, y dos salas de maderas exclusivamente portuguesas.

            Todas las plantas, lo mismo en el jardín, que en el museo, que en la gran estufa central, están perfectamente clasificadas y en condiciones adecuadas a su naturaleza, para de esta manera atender a su conservación y facilitar su estudio a los curiosos e inteligentes.

            Rendidos de ver tanto, aunque tan a la ligera, nos retiramos para comer y preparar el gran concierto que teníamos anunciado para aquella noche en el teatro de don Luís, concierto que constituye el acto más solemne de los que ha ejecutado la Tuna en Portugal.

            Al retirarme a mi república, me esperaban ya mis queridos huéspedes, señores Augusto Barreto, Guillermo Franqueira, Fortunato Jorge, Arturo Jorge y Fausto Garicha.

            Mañana me ocuparé del concierto anunciado.

EL TUNO PRIMERO.

(Continuará.)

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NOTA: Artículo procedente de investigación original inscrita con el número SA-120-02 en el Registro de la Propiedad Intelectual. La presente edición ha sido normalizada y corregida para evitar el uso no autorizado de la misma. Todos los derechos reservados.
 

 
       
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