Author:
Anónimo.
Title:
EL CONCIERTO DE LA “TUNA”.
Publication:
Museo Internacional del Estudiante, 2009.
Original edition:
El Lábaro.
Date:
Miércoles, 17 de febrero de 1909,
p. 2.
(Reseña relámpago)
Hermosísimo aspecto presentaba el teatro Liceo
anoche.
Hermosura y juventud se confabularon para prestar
su bizarro concurso a la empresa caritativa de los estudiantes
salamantinos. Rebosantes estaban todas las localidades. ¡Qué de
palmas soñaría el galante presidente de la comparsa! El lector ha de
achacar el ensimismamiento del cronista, que no le presente la
lista grande de la concurrencia.
La admiración no permite reflexionar, y menos
desviar la vista para ponerla en las cuartillas. ¡Ay, el oficio en
estos días, que ingrato es!
Así que hemos de limitarnos a contar algo de lo
que hubo.
*
* *
Llegaron las presidentas a la plaza destinada a
alojar sus bellezas, y se las tributó una ovación cariñosísima.
Manuela Bartolomé y
Asunción Baranda, realzaban sus encantos naturales con elegantísimos
vestidos. Acompañábanlas los profesores Sres. Díez y Giral y el
presidente de la “Tuna” Sr. Villachica.
Comenzó la fiesta
haciendo la presentación de la “Tuna” el vicepresidente Sr.
Valencia. Su discurso, fácil y bonito, lleno de frases galanas y de
rendimiento para las bellas, fue muy aplaudido.
*
* *
A continuación consumió la “Tuna” la primera
parte del programa. Toca muy bien, muy bien. Todos los números
terminaban en medio de las mayores ovaciones.
Eugenio Carrera,
para demostrar que no había entablado seriamente su divorcio con el
arte, hizo ante el público el tercer ensayo del monólogo de Abati
Causa criminal.
Después la sociedad
Bohemios representó la zarzuela de Caamaño El chico de la
portera, donde lucieron sus dotes artísticas la niña Ardid,
Carmen Cárdenas y todos los demás artistas. Recibieron muchos
aplausos.
Y se presentó otra
vez la “Tuna”. Gustaron mucho todas las piezas que tocó y todas
fueron muy aplaudidas, pero donde estalló ovación delirante, fue a
la terminación de la Rapsodia asturiana de Villa. Se oyeron
vivas a Asturias y hijujús de la tierra.
Ficieron bien los paisanucos. ¡Chocailo neflus! ¡Gusten aquí nuestres coses! ¡Viva mi
tierra!
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En uno de los intermedios las presidentas
recorrieron el teatro ofreciendo números de la revista confeccionada
por los tunos.
No hay para que decir que con tan sugestivas
muchachas, nadie resistió el asedio y se despacharon los números
como pan bendito.
En resumen: una
fiesta memorable por lo agradable y brillante.
¡Bien por los
escolares!